miércoles, 15 de diciembre de 2021

CARACTÉRES - DE LA CODICIA




CARACTÉRES

Teofastro

CARTAS

DE PESCADORES, CAMPESINOS, PARÁSITOS Y CORTESANAS

         

                

XIX

DE LA  CODICIA


  La codicia es una pasión por un tipo de ganancia vergonzante. La persona aquejada de este defecto es capáz de , en un banquete organizado por ella, no servir pan en cantidad adecuada y de pedirle un préstamo al huésped que ha acogido en su casa. Si recibe el encargo de distribuir la carne, mantiene que es justo que se le de una ración doble al que hace el reparto e, inmediatamente, se asigna una porción. Si vende vino, se lo traspasa al amigo ya mezclado con agua. Acude con sus hijos a un espectáculo en el momento en el preciso momento en que los organizadores dejan entrar de vçbalde. En el caso de que realice un viaje con cargo al erario público, deja en casa el viático proporcionado por la ciudad y le pide dinero en préstamo a los compañeros de la misión oficial.

 Hace que el esclavo que le acompaña lleve un peso superior al que puede soportar y, en cambio, le suministra menos cantidad de alimentos que los demás. Tras haber reclamado su parte de los regalos ofecidos por los anfitriones, los vende. en el momento de ser ungido con su aceite en el baño exclama: <<¡Me has comprado un aceite rancio, calamidad!>> Y, acto seguido, se perfuma con el ajeno. Cuando sus servidores encuentran algo de calderilla en las calles, él está dispuesto a exigir su parte, asegurando que es un bien común (Literalmente dice un Hermes común, porque todo hallazgo se consideraba un bien deparado por este dios). Si da su manto a lavar, pide alguno prestado a algún conocido y deja pasar varios días hasta que se lo reclaman. Él lleva a cabo otras arbitrariedades como estas: reparte personalmente los víveres a sus esclavos sirviéndose de una media fidonea ( Sistema métrico atribuido a Fidón, rey de Argos, constaba de unas unidades de medida de menor capacidad que las usadas en Atenas a partir de Solon) de fondo abollado y cuidando de que esté muy al ras. 


Fidón deArgos

Compra a bajo precio de un amigo confiado cualquier género de existencias para luego venderlo a su precio habitual. Si paga una deuda de treinta minas, procura dar un tetradracma de menos (una mina equivale a cien dracmas). En el caso de que sus hijos no vayan a la escuela durante el mes completo por una enfermedad, descuenta de la retribución la parte proporcional. En el mes de Antesterión (febrero/marzo) no los manda a clase a causa de sus muchas fiestas, para así ahorrarse el importe. Cuando cobra la contribución que le abona el esclavo, exige que se le compense la depreciación sufrida por la moneda de cobre (El esclavo que trabajaba en el exterior estaba obligado a darle una parte de sus beneficios <<apophorá>> al amo. El pago se realiza en monedas de cobre por tratarse de una pequeña cantidad. Aquí el dueño reclama de su dependiente la parte correspondiente a la depreciación que dicha moneda sufre al ser cambiada por una unidad superior.) y, también, cuando recibe las cuentas del administrador.

 Si él organiza el banquete de la fratria, pide que se le aparte comida del fondo común para sus esclavos personales (En este tipo de organizaciones, sus miembros aportaban unas cantidades determinadas para formar un fondo común, con el que sufragaban los gastos correspondientes a las distintas celebraciones y actividades). De los rábanos medio mordisqueados que se retiran de la mesa, toma nota para que no los coja el servicio. Cuando emprende viaje en compañía de sus conocidos, emplea a los criados de estos y alquila el propio para que trabaje fuera. En cambio, no aporta al grupo mel beneficio obtenido. Por supuesto, en el caso de que se celebre una reunión en su casa, lleva una cuenta pormenorizada de todo cuanto ha corrido de su cargo: leña, lentejas, vinagre, sal y aceite para la lámpara. Cuando uno de sus amigos se casa o promete a una hija, se ausenta un cierto tiempo mantes de la fecha para ahorrarse su regalo. Y también suele pedir prestadas a sus amigos cosas que, <por su escaso valor>, uno no se atrevería a reclamar ni tampoco a cogerlas con presteza en el momento de su devolución.


Don´t You Want me

No hay comentarios:

Publicar un comentario