viernes, 10 de diciembre de 2021

DEL AFÁN TARDÍO DE EDUCACIÓN Y DE LA MALEDICENCIA

 



CARACTERES

 

Teofastro

         CARTAS

                      DE PESCADORES, CAMPESINOS, PARÁSITOS Y CORTESANAS


XVII

DEL AFÁN TARDÍO DE EDUCACIÓN

  El afan tardío de educación parece ser un esfuerzo de aprendizaje impropio de la edad. El adulto deseoso de instrucción es capaz de estudiarse tiradas de versos -a pesar de los sesenta años cumplidos-, y al querer recitarlos en la sobremesa (uno de los pasatiempos que amenizaba el simposio), olvidarse de ellos. Intenta aprender de su hijo las voces de mando: <<Derecha>>, <<Izquierda>> y <<Media vuelta>>. Durante las fiestas en honor de los héroes participa en la carrera de las antorchas en colaboración con los jóvenes (Estas competiciones tenían lugar en las festividades de determinados héroes locales. El protagonista no solo desea instruirse, sino también comportarse como si fuese un joven, según se puede observar en sus actuaciones siguientes.). Por supuesto cuando es invitado al Heracleo, tras arrojar su manto, levanta la cabeza del buey hacia atrás para que sea degollado. Frecuenta las palestras y se ejercita incansablemente. En los espectáculos ambulantes contempla las representaciónes ntres o cuatro veces con el fin de aprenderse las canciones.


Carrera de las antorchas

 Al ser iniciado en los Misterios de Sabacio (Sabacio hijo de Zeus y de Perséfone, era una divinidad frigia de carácter orgiástico, que pronto fue identificada con Dionisio. El neófito, debía desnudarse en el acto de su iniciación, de ahí el posible sentido de la frase) pone todo su empeño en parecer muy hermoso ante el sacerdote. En sus amoríos con cortesanas, él fuerza las puertas con arietes y es llevado ante los tribunales por un rival, después de haber recibido una paliza. Con motivo de un paseo por el campo en un caballo, que no s de su propiedad, aprovecha para hacer ejercicios de equitación y, al caerse, se hiere en la cabeza. Entre los miembros de una sociedad de decadistas (Asociación de jovenes llamada así porque se reunían a comer el día 10 de cada mes), reune a los que colaboran con él en la promoción de la entidad. 


Mano mistérica de Sabacio

Juega a la gran estatua con su esclavo (una especie de tiro al blanco, o ejercicio atlético). Se entrena  en disparar con el arco o en lanzar la jabalina con el preceptor de sus hijos y, mientras tanto, le aconseja que aprenda de él, como si aquel fuese inexperto. En el establecimiento de baños, cuando lucha, balancea mucho las nalgas para simular como un consumado deportista (Este movimiento era propio de los deportistas avezados). En el caso de que estén cercanas unas mujeres, intenta marcar unos pasos de baile, mientras que el mismo tararea la melodía.


XVIII

DE LA MALEDICENCIA

  La maledicencia es una inclinación de la mente hacia el mal que se manifiesta vervalmente. El maldiciente responde a las siguientes características. Cuando alguien le pregunta: <<¿Quién es fulano?>>, él contesta de forma ordenada como suelen hacer los genealogistas: <<Pues bien voy a empezar por sus antecedentes familiares. El padre de este se llamaba primeramente Sosias, luego Sosístrato, durante su etapa militar, y por último Sosidemo, cuando consiguió inscribirse en el registro de los ciudadanos (A través de estos cambios de nombre se refleja una auténtica ascensión social. El primero es propio de los esclavos. En el segundo existe una raíz relacionada con el mundo de la milicia, que refleja sus actuaciones como soldado mercenario. En el último caso, la forma onomástica significa salvador del pueblo, con manifiesta referencia al período en que consugíó inscribirse fraudulentamente en el rgistro de los ciudadanos.)

Sosístrato

 Su madre es una tracia de rancio abolengo, pue, al menos, la bendita ostenta el nombre de Crinocóraca y dicen que en su país las mujeres de esta índole (forma velada de aludir a la prostitución) son nobles. En cuanto a este indivíduo,fruto de tales progenitores, es un malvado y carne de látigo>>. Es capaz de decirle malevolamente a uno: <<Sin duda alguna yo conozco a fondo estas cuestiones sobre las que tu divagas al conversar conmigo. Te voy a poner al corriente del asunto: esas mujeres acosan en la calle a los viandantes>> y <<Esa es una casa en la que levantan las piernas con mucha facilidad. 

Lo que yo os cuento no es un infundio: hacen el amor en las calles como los perros>>, o bien: <<En unas palabra, son unas cazadoras de hombres>> y <<Ellas acuden en persona a abrir la puerta del patio>> (La puerta del patio es un límite que no debe franquear una mujer honesta, por lo que este comportamiento indica, por tanto, una moralidad sospechosa.) Por supuesto, si otros critican, el corrobora diciendo: <<Yo a ese tipo lo aborrezco particularmente. Incluso su aspecto es repulsivo y su maldad no tiene igual. He aquí una prueba: a su mujer, que aportó una dote que se contaba en talentos -y de la que tiene un hijo- (razón de más para tratarla con generosidad, puesto que le ha asegurado su descendencia, objetivo exclusivo de la unión matrimonial griega), la de tres perras gordas (literalmente dice "calcos" que es una moneda de valor insignificante) para la comida y la obliga a que se lave con agua fría en el día de Posidón (Esta festividad se celebra en el mes que lleva su nombre, el cual coincide con el periodo más crudo del invierno (diciembre-enero). Estando sentado en compañía de otros, es capáz de hablar del que acaba de irse. Una vez ha comenzado con el ausente, ni siquiera deja libre de crítica a sus parientes. Y censura, en particular, a sus propios amigos y familiares e, incluso, a los que ya han pasado a mejor vida. Él califica de franqueza, de espíritu democrático y de independencia a su mala lengua y su mayor placer en la vida reside en esta práctica.

[Hasta tal punto la excitación de la maledicencia convierte a los hombres en unos seres insensatos y que no están en su sano juicio


LA BIEN PAGÁ

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